Te cubriré con hojas secas,
las del último otoño.
Te dejaré olvidada
en el pliegue más profundo
de mi almohada.
Cerrarán las heridas
que dejaré caer una a una
en la blanda arena de esta playa
que es mi vida.
Pondré contigo, tal vez,
todas mis angustias,
todos mis pesares,
en un pañuelo anudado de raíces,
que arrojaré al mar.
No sabrán los ajenos, los extraños,
que te convertirás, quizás,
en gaviotas y petreles,
que raudamente emprenderán
un loco vuelo, buscando,
la necesaria carroña que alimente.
Ada Ortiz Ochoa.- Sierra Grande-
Patagonia Argentina.
No es fácil
No es fácil dejarte en el olvido
como un hecho banal e intrascendente.
No, no es fácil decirte adiós,
arrancarte adherido a mi piel,
quedar como molusco
sin la valva que lo recubre.
Pero lo haré.
En oscuro letargo activaré células
sin tu presencia,
que será olvido...
buscando una nueva piel.
Ada (en una tarde gris)
